José Conejo Alonso
Neófito becario, amateur de 64 años en el laberinto de hacer rimas, versos y poemas. Empezó a escribir con los 63 casi cumplidos. En definitiva, un principiante que no príncipe ¡ Qué más quisiera él poder vivir en un cuento! Perdido en el bosque de revueltas hojas secas y sucias de escritos porque poner literatura sería muy osado para un recién llegado. Este es su primer poemario en soledad. Soledades y compañías, risas y llantos, penas y alegrías, y sentimientos de todo tipo y colores hallarás entre sus versos. Con rima y sin rima, largos y cortos, dulces y amargos… Pero todos rebosantes de sentidos sentimientos.
Anteriormente ha colaborado en dos antologías: Una en verso publicada este mismo año, al unísono, con otros seis autores. Titulada: Besos de hielo. Y otra pendiente de publicación, con otros tantos autores, escrita en prosa y compuesta de relatos diversos.
Voy a contar alguna confidencia sobre el autor que por algo le conozco bien. Lo primero que llama la atención es la edad a la que empieza a escribir.
Pero en palabras de él:
“Siempre he hilado poemas, en la imaginación, en los sueños, en el ser y en la mente; alguien que sueña despierto. Hasta ahora, no había sentido la necesidad de ensuciar un papel con mis sueños, vivencias y sentimientos. Y lo uno conlleva a lo otro: emborrar y publicar. Vencida la timidez y la vergüenza por el paso de los años, me lanzo al ruedo sin intención de matar al becerro. Hace tiempo dejaron de ponerse la cara roja y en llamas las orejas”
Corta obra, larga vida y mucha poesía contemplan los ojos del lector en estos poemas.